Semblanza…
Por Rusia Mc Gregor González
Escribir sobre Carlos Mc Gregor Giacinti para hacer un bosquejo biográfico o su descripción física o moral como la palabra SEMBLANZA lo señala, no es tarea fácil, sobre todo cuando quien lo escribe es la hija y se corre el riesgo de caer en alabanzas inmerecidas o juicios inadecuados.
Pero hay que hacerlo con el corazón en la mano y la mente fría, abierta para plasmar en palabras su trayectoria por este planeta. El Hombre, el Amigo, el Poeta, el Esposo, el Padre, el Funcionario, el Maestro y muchas otras figuras más, son las que tengo presentes de Mc Gregor Giacinti. Me referiré entonces al POETA.
Para ello, que mejor iniciar con las opiniones vertidas por el literato tabasqueño Pepe Bulnes en un artículo publicado en la edición periodística “La Calandria” el 31 de julio del año 1943:
“No sabríamos decir si este Mc Gregor es un soñador o un idealista. Si lo uno, su obra lo confirma. Si lo segundo, lo plasma. Por eso no podríamos decir dónde comienza el soñador y en dónde termina el idealista, porque ambas cualidades –la una material y la otra divina- se atropellan en su temperamento tropical dándonos la sensación que estamos frente a la inspiración de un panida empedernido, que lo mismo canta a la novia pueblerina; que envía una carta llena de ternura al Maestro o nos conduce suavemente en su barquilla azulada de ensueños por las floridas laderas de su fantasía. Tal es la personalidad multiforme –diamante herido por el sol- de este joven que escribe poéticamente, siente como iluminado y se inspira en las mágicas victorias parnasianas.
…Quien ha conquistado “Flores Naturales” y “Menciones Honoríficas” con la pureza con que Mc Gregor las ha conquistado, puede sin doblegamientos entrar definitivamente en el templo de los elegidos con la cabeza en alto; el espíritu en las estrellas y el corazón iluminado por el éxito”.
Desde pequeña, lo escuchaba decir que había nacido en el Barrio de San Román de la ciudad y Puerto de Campeche, el 13 de agosto del año 1906. En otras ocasiones decía que había nacido en un barco. Nunca lo cuestioné y mi abuela Adriana, su madre, nunca hizo alusión al tema. Algunos críticos literarios comentaron que era tabasqueño, otros que era sinaloense y otros hacían mención de que era Campechano. En el Estado de Sinaloa, están su nombre y su poesía en la Antología de Poetas Sinaloenses.
El poeta Mc Gregor decía con frecuencia esta frase: “No somos de la tierra en que se nace. Somos de la tierra en que se vive, se goza y se padece”. Campechano, Tabasqueño, Yucateco, Veracruzano, Sinaloense… Mexicano al fin y Poeta de las Américas.
A la muerte de su padre, teniendo él seis años de edad, abandonó el terruño en compañía de su madre yendo a radicar a la ciudad de Mérida, Yucatán, en donde empezó a incursionar en la poesía bajo la dirección del maestro Luis Rosado Vega, ilustre poeta yucateco. A los 15 años de edad, en Mérida, dio principio su actividad como escritor; a los 14 años de edad estrena su primera obra teatral y el 21 de mayo de 1921, la Revista de Yucatán publica su primer poema. En 1925, se va a la ciudad de México y en 1935 llega a Sinaloa.
Fue un gran luchador social, lo cual se refleja en su obra poética de relevantes méritos. Es en el campo de la cultura y el arte donde destacó importantemente, legando a las letras mexicanas una vasta producción lírica. Desde entonces, su obra literaria fue ganando prestigio a nivel nacional, lo que le permitió obtener más de 60 galardones, siendo de los más significativos, el título de "Poeta de las Américas", obtenido en 1943 al representar a México en un concurso convocado por la National Broadcasting Company de Nueva York, transmitido en cadena a través de 50 estaciones radiodifusoras y en el cual concursaron 21 poetas de habla hispana. El segundo lugar fue para Cuba (Nicolás Guillén) y el tercero para Uruguay.
Considerado Hombre Ilustre de Campeche y Cantor de San Román, pueblo y Gobierno de Campeche le rindieron un emotivo homenaje durante las fiestas del Cristo Negro de San Román, en el mes de Septiembre de 1982.
A pesar de la prolongada ausencia de la tierra a la que él llamaba natal, Carlos Mc Gregor Giacinti no se olvidó de ese suelo, cuna de sus padres y sus abuelos. Visitó en múltiples ocasiones la ciudad murada de Campeche, y fuera de ella, su presencia la logra en sus poemas como aquel que sería su profesión de fe: "Yo soy tuyo, Campeche".
El eximio bardo, el cantor de México en su poesía, murió en Mazatlán, Sinaloa, el 29 de enero de 1984. Sus cenizas fueron esparcidas en los mares de Campeche y Mazatlán, según fueron sus deseos y los gobiernos de ambas Entidades le rindieron póstumo homenaje.
Pocos meses antes de su fallecimiento, los gobiernos de Campeche y Sinaloa le habían ofrecido la publicación de su obra poética completa, con el fin de que se difundiera a nivel nacional, pero al morir el poeta Mc Gregor, el proyecto quedó inconcluso, sin que a la fecha sepamos el por qué. Se hicieron intentos posteriores para lograr la publicación de su obra poética y todo quedó en más promesas y proyectos inconclusos. Quizá no era el tiempo ni el espacio para hacerlo. Hoy, en pleno Siglo XXI, la obra del poeta Mc Gregor, espera ser leída por los amantes de la buena poesía.
Los tiempos cambian y todo evoluciona. La nueva tecnología nos permite leer, apreciar y juzgar el contenido de su obra, como lo señala el gran literato tabasqueño Pepe Bulnes en su comentario: “…conducidos suavemente en su barquilla azulada de ensueños, por las floridas laderas de su fantasía”.
¡Bienvenidos!
